Relaciones de pareja

«AMORES» TÓXICOS

Natalia Barcáiztegui
15 noviembre 2017
6 minutos de lectura

Algunas historias de amor resultan ser una pesadilla. Si en tu relación de pareja sufres constantemente desprecio, humillación, estrés o incluso miedo, es muy probable que estés sumergid@ en una relación tóxica.

Tanto hombres como mujeres pueden ser maltratados de diversos modos por sus parejas, desde la forma más sutil hasta la más evidente.

Qué es una relación tóxica

Una relación tóxica es una relación destructiva desde el punto de vista emocional. Quien dice amarnos, va destruyendo nuestra autoestima con faltas de respeto y desconfianza que provocan sufrimiento y tristeza.

Estas relaciones son más frecuentes de lo que se cree y van ganado terreno entre adolescentes y jóvenes. Muchas de las víctimas no son conscientes de esta situación al considerar que la agresión física o verbal (el que se le insulte, se le empuje o se le controle) entra dentro de la normalidad, pues se han acostumbrado a ellas.

Las relaciones tóxicas no se identifican a simple vista sino que van manifestándose poco a poco a medida que va madurando la relación. En estas relaciones, un momento de aparente felicidad se convierte instantáneamente en una inesperada tormenta. Se trata de patrones de relación de pareja aprendidos en los que conviven el chantaje, el abuso y la manipulación.

Las víctimas se vuelven cada vez más dependientes, entregando lo que sea con tal de recibir a cambio una muestra de afecto. Por este motivo muchas veces, aunque no se sienten felices, les cuesta desengancharse de este tipo de relación que nada tiene que ver con el amor, pues su baja autoestima les bloquea y les impide ver más allá. Se mezclan sentimientos y el enamoramiento convive con el temor, la decepción y la frustración.

Presas fáciles

Las personas con carencias afectivas y heridas personales (falta de amistades fuertes, falta de cariño, malos recuerdos de la infancia) tienden a precipitarse en la elección de pareja sentimental, para cubrir ese vacío. En esas condiciones es fácil caer en la manipulación y el chantaje emocional.

Cómo identificar una relación tóxica

  • Se produce manipulación emocional. La inseguridad de la persona tóxica le hace temer la pérdida de su pareja y esto le lleva a ejercer un control desorbitado. Esto provoca enormes explosiones de celos, que lejos de ser una muestra de amor, son el resultado de una enorme desconfianza.

  • Coacción a la hora de tomar decisiones. La persona tóxica trata de hacer lo que quiere independientemente de los deseos de su pareja. Empieza a ser habitual que establezca limitaciones y prohibiciones respecto a tus planes, amistades o vestimenta, que exija las claves de tu móvil y redes sociales o una detallada información de dónde te encuentras en cada momento. Puede incluso pretender limitar tus proyectos y retos, desaprobándolos con sus comentarios.

En las relaciones tóxicas es frecuente que se exijan actuaciones como muestra de amor: “si me quisieras suficiente harías lo que te pido…” Pero el amor no exige actuar en contra de la propia voluntad para agradar al otro, porque el amor respeta la libertad y por eso no condiciona.

  • La relación tóxica daña tu autoestima. Las parejas toxicas no tienen habitualmente muestras de afecto, ni palabras motivadoras, sino que sus comentarios despectivos van encaminados a infravalorar tus cualidades y a minar tu estado de ánimo, haciéndote creer que no eres capaz de nada fuera de esa relación. Este es uno de los motivos por los que una persona permanece en una relación tóxica a pesar del maltrato, ya que no se siente con la fuerza necesaria para operar el cambio enfrentando tu vida.

Las discusiones constantes en la pareja, con intensidad de volumen y descalificaciones hacia el agredido son habituales y se producen ante cualquier circunstancia por pequeña que sea.

  • Las personas tóxicas tienden a mentir constantemente y a culpar a su pareja ante cualquier situación, en vez de asumir la responsabilidad de sus acciones. Por mucho que el otr@ pretenda mostrar lo contrario, tienes que tener claro que tú no eres responsable de su manera de ser.

  • Te va alejando cada vez más de tus amigos, de tu familia, para que la influencia que ejerzan sobre ti sea menor y resultes más fácilmente manipulable.

  • Eres cada vez más infeliz. Sigues queriendo a tu pareja, pero no puedes dejar de reconocer que su ausencia es tu descanso. Su nivel de control no te permite ser quien eres, hacer lo que quieras o estar con quien consideres oportuno, pues tu bajo autoconcepto hace que no te atrevas a enfrentar la situación.

¿Cómo salir de una relación de pareja tóxica?

Cuando vives una relación tóxica el error se encuentra en la base, en tener un concepto erróneo del amor y haber realizado una elección incorrecta de la pareja. Para evitar una relación de este tipo hay que destinar más tiempo a la selección y al conocimiento del otro.

  • Quiérete! Cuando empiezas a tomar conciencia de lo perjudicial que resulta la relación para ti, no puedes esperar a que el otr@ cambie, pues lo más probable es que no ocurra. Tú eres responsable de tu felicidad. Para que el respeto sea fundamento de la relación, es necesario en primer lugar tener un concepto adecuado de ti mismo, quererte.

  • Tienes que establecer unos límites de los cuales no estás dispuest@ a pasar y comprometerte a cumplirlos para recuperar la trayectoria de la relación.

  • Toma conciencia de que tu valor no depende de lo que tu pareja opine de ti. Una autoestima adecuada mejora tus relaciones personales y tu felicidad, mientras que la baja autoestima te convierte en el reclamo perfecto para una persona tóxica.

  • No resulta fácil abandonar una relación de pareja tóxica por mucho que nos hagan sufrir. Creen amarse, pero se aman mal y se hacen daño, porque no conocen otro modo de quererse. Se producen constantemente rupturas que solucionan con apasionadas reconciliaciones y promesas vacías. Se tiene miedo a posibles consecuencias como la venganza o la soledad… que consideran peor que permanecer junto a su verdugo.

  • Si la situación persiste hay que cortar TODO vínculo y no ceder en nada. Cualquier forma de retomar el contacto, hará que entremos en un círculo vicioso que no permite terminar.

Es necesario escuchar los consejos de las personas que te sirven como referencia, aunque te resulten incómodos y llenar tu vida de actividad. La persona afectada suele ser la última en darse cuenta, porque tiene alteradas las facultades perceptivas y mientras tanto justifica lo injustificable.

Recuerda siempre que “más vale estar sólo que mal acompañado”

Natalia Barcáiztegui

Especialista en Relaciones

Más de 20 años de experiencia ayudando a personas y parejas a transformar sus relaciones.

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